08-03-2020

Integrantes en la Red Estatal de Mujeres del movimiento asociativo Confederación Salud Mental España, entre las que se encuentran representantes de Fedeafes, lanzan un manifiesto con reivindicaciones en las que exigen el respeto de sus derechos fundamentales, vulnerados en numerosos ámbitos de la vida cotidiana.

María Isabel García Peña, integrante de la Red Estatal de Mujeres Salud Mental España como representante de Fedeafes, explica que este manifiesto es el resultado de casi un año de trabajo en común y de reflexión: “Nace de nuestro empoderamiento y es fiel reflejo de que somos nosotras las que tenemos que hacernos escuchar y de que somos perfectamente capaces de luchar para defender nuestros derechos”.

Discriminación interseccional

Desde la red denuncian la discriminación interseccional a la que se ven sometidas las mujeres con problemas de salud mental, y especialmente la discriminación por su “condición de mujeres y nuestro estado de salud mental”. En este sentido, explican cómo los prejuicios construidos en torno a los trastornos mentales hacen que la sociedad las considere “como seres asexuados o hipersexuales”. “Se nos considera menores de edad, no aptas para ser madres, incapaces de mantener una relación de pareja, de recibir una educación o de sostener argumentos veraces”, recoge el manifiesto.

De estas preconcepciones se derivan incalculables situaciones de discriminación, descrédito e invisibilización que las mujeres de la red vienen denunciando desde hace años y que ahora sacan a la luz a través de este documento. En este sentido, estas mujeres acusan, por ejemplo, el trato que reciben cuando van a una consulta médica, donde los y las profesionales de la sanidad les niegan toda credibilidad e infravaloran el problema de salud por el que acuden a la consulta, achacándolo a un síntoma del problema de salud mental.

Lo mismo ocurre con el acceso a la justicia en condiciones de igualdad. “La desconfianza en nuestro testimonio y las barreras que encuentran en el acceso a la justicia” son cuestiones que plantean en el manifiesto.

La violencia contra la mujer con problemas de salud mental

El riesgo que tiene una mujer con problemas de salud mental de sufrir violencia en la pareja se multiplica entre 2 y 4 veces respecto a las mujeres en general. Un estudio desarrollado por Fedeafes revela que el 80% de las mujeres con problemas de salud mental que vive en pareja ha sufrido algún tipo de violencia en algún momento de su vida, por parte de dicha pareja y más de la mitad ha sufrido violencia física, más del 40% ha sido víctima de violencia sexual a lo largo de su vida. Además, más de un 40% de las mujeres que han sufrido violencia de pareja no la reconocen como tal, y a quienes sí la reconocen y las denuncian no se les da credibilidad debido a su trastorno mental. 

A pesar de estos datos y de la conexión que existe entre la violencia machista y la aparición y/o el agravamiento de problemas de salud mental, las mujeres con estos problemas “encontramos numerosas dificultades para acceder a los recursos de protección frente a la violencia machista, que tampoco es adecuadamente tratada en los dispositivos de salud mental, por lo que nos quedamos en tierra de nadie”, recrimina María Isabel, quien además no quiere dejar pasar la oportunidad para visibilizar la violencia que sufren ya no solo por parte de las parejas sino de otras personas del entorno de la mujer.

Mª Dolores Romero, también representante de Fedeafes en la red estatal, señala “la necesidad de empoderarnos como mujeres y reclamar una adecuada atención. Es imprescindible la voz de las mujeres con problemas de salud mental”.

Fedeafes, que agrupa a las asociaciones Avifes (Bizkaia), Agifes (Gipuzkoa), Asafes (Álava) y Asasam (Valle de Aiala, Álava), reclama un enfoque de género en la intervención con las mujeres con trastorno mental para equiparar su participación. La presidenta de esta entidad, Mª Ángeles Arbaizagoitia, sostiene que "hay que diseñar acciones para empoderar a estas mujeres y fomentar, así, su participación en ámbitos clave para su inclusión sociolaboral", como es el caso del empleo, los recursos formativos y los ocupacionales, entre otros. Asimismo, pide "recursos que apoyen a las madres con problemas de salud mental, para que puedan ejercer el derecho a la maternidad con los apoyos adecuados".